¿Te has quedado alguna vez bloqueado/a en tu competición? ¡Entiende por qué ha sido y aprende a gestionarlo!

Cuando te vas a enfrentar a un evento que de algún modo te pone nervioso/a es lógico que tu activación fisiológica aumente, trayendo consigo una serie de síntomas que al final lo que quieren es ayudarte a responder ante ese estímulo.

El problema viendo cuando dicha activación suba de forma descontrolada ya que no hay ninguna herramienta para gestionarla. Un exceso de activación te va a provocar un aumento de la tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca, respiración agitada, etc. Y que pasado cierto umbral puede traer consigo una sensación de “bloqueo”, así como movimientos torpes o mal calculados.

También, puede aparecer estos bloqueos por la “parálisis por análisis”, que en el caso del deporte se puede explicar por ese momento en el que en vez de realizar una determinada acción, que tienes perfectamente aprendida y automatizada (por ejemplo; un chut a portería en el caso del fútbol), te paras a analizar de forma excesiva cómo realizar ese gesto técnico, provocando un fallo en la ejecución (el balón ni se acerca a la portería).

Otro aspecto, que puede aparecer debido a una sobreactivación, es el efecto “túnel”, por el cual se nos puede ir “cerrando” la visión centrando nuestro foco en un determinado punto, quitando la atención del resto dificultando por tanto tu actuación.

Además de las características ya descritas debido a un exceso de activación, mantener esta activación en el tiempo, algo muy común en personas que no saben gestionar las previas a su competición, pueden aparecer también; dolores de cabeza, taquicardia, dificultad para respirar con normalidad, problemas estomacales, mareos, insomnio, etc.

Al final, al cuerpo le cuesta mantener esa respuesta de estrés, supone un gasto de energía elevado que lógicamente luego te pasa factura. Recuerda que a cada persona le puede afectar de un modo diferente, sin embargo, a todos nos viene bien conocer cuáles son los posibles síntomas, ya que éstas serán las señales que envía tu cuerpo para decirte que te encuentras muy por encima de tu nivel óptimo de activación.

Aprender a gestionar esta activación por ejemplo mediante la música, la respiración o los pensamientos puede significar la diferencia entre encontrar tu mejor versión o mostrar un pésimo rendimiento.

Sobre el autor

José García Donate

Fundador de Donatealdeporte y director de la unidad de psicología del deporte y actividad física en el instituto Centta