La motivación es lo que lo sostiene todo y le da sentido al resto de ingredientes de la pizza (preparación física, técnica, táctica…). Si tu motivación flojea, échale un vistazo a este artículo y descubre unos tips que pueden ayudarte a pasar el bache.

Este es probablemente uno de los temas más trillados en Psicología Deportiva, pero… por algo será ¿no crees?

La motivación es la base de la pizza, es lo que lo sostiene todo y le da sentido al resto de ingredientes (preparación física, técnica, táctica…).
El grado y calidad de nuestra motivación afectará directamente a nuestro desempeño en la tarea. Seguro que recuerdas el resultado de alguna cosa que has hecho con mucha desgana…

¿De qué hablamos cuando hablamos de motivación?:
Podemos definir la motivación como el proceso que inicia, guía y mantiene las conductas orientadas a cualquier objetivo.
O más fácil, la motivación es “tener motivos” para estar haciendo algo.
En el ámbito del deporte, podríamos decir que la motivación es la razón que te hace persistir y entrenar duro, eso que te empuja a ser mejor.

¿Cómo sé si estoy motivado?

A rasgos generales, puedes considerar que lo estás si:
– Entrenas duro y disfrutas haciéndolo.
– Persistes cuando las cosas no van bien o los resultados no acompañan.
– Rindes de forma constante a un buen nivel.
– Aprendes y creces con los errores.
– Buscas nuevos retos y desafíos.
– Tienes claros tus objetivos, lo que implican y por qué los persigues.

En cambio, puede que la cosa flojee si:
– Prefieres oponentes o muy sencillos o muy complicados.
– No aprendes de los errores.
– Piensas a menudo en dejarlo.
– No lo das todo en los entrenos o competiciones.
– Encuentras excusas para no cumplir.
– No sabes por qué lo haces y no tienes objetivos.

Si te sientes identificado/a con las frases anteriores, aquí abajo te doy algunos tips para que puedas empezar a manejar la situación. Además, te recuerdo que como equipo estamos a tu disposición para acompañarte y ayudarte en el proceso, si lo consideras oportuno.

Tres claves para mejorar tu motivación:

1. Autonomía:

Cuando sientes que tienes cierto control y poder de decisión en la tarea, logras mayor compromiso y motivación con ella.
Encaja, ¿verdad? Las cosas impuestas y rígidas suelen motivarnos menos que aquellas más flexibles y que nos dan la posibilidad de participar en la decisión.
Así que ya sabes, introduce la autonomía en tus entrenamientos, eligiendo entre algunos ejercicios, el orden, la duración…

2. Competencia:

Sentirte competente y capaz de realizar la tarea, te hará estar más motivado con ella. Si sientes que eres capaz de hacerlo vas a poner más esfuerzo en ello que si por el contrario lo ves inasequible. Establece metas realistas y ten cuidado en no caer en el error de marcar objetivos
demasiado sencillos, eso tampoco motiva nada.

3. Relación:

Nos sentimos más motivados cuando hacemos las cosas en compañía y podemos compartir el momento con otras personas, eso es indiscutible.
Si estás perdiendo la motivación, plantéate buscar un/a compañero/a para sentirte acompañado/a. Busca formas de pasar tiempo con la gente que te importa y comparte tus éxitos y fracasos con ellos/as.

Sobre el autor

Bernat

Hola compañero/a! Soy Bernat y cómo ya sabrás, soy psicólogo especializado en deporte. Como tal, mi labor consiste en ayudarte a mejorar tu rendimiento y experiencia deportiva mediante el entrenamiento en habilidades psicológicas.