Algo muy común que ocurre en el deporte y que puede llegar a reiterarse provocando una gran frustración

“No sé qué me pasó”, “no podía pensar ni moverme”, “ Creo que me bloqueé…”.

La mayoría de nosotros, en un momento de nuestra vida, o en varios, nos hemos visto superados por las circunstancias que se estaban dando a nuestro alrededor. Estas, nos han dificultado, o incluso imposibilitado, el reaccionar ante lo que estaba ocurriendo.

En el caso del deporte, una prueba para la que llevas mucho tiempo invertido, querer devolverle todo el apoyo a tu entrenador y compañeros en forma de una buena actuación, los amigos y familiares que te acuden a ver, etc.

No es raro que estos aspectos puedan ser percibidos como presión, que probablemente nos generará un estado estrés o ansiedad, que entre otros síntomas, puede provocar una mayor tensión muscular que irá de la mano de esa sensación de agarrotamiento.

Hay muchos deportistas que lo que intentan es decirse 1.000.000 de veces palabras como “¡¡TRANQUILO!!” o “¡¡NO PASA NADA!!” pero sí que pasa. Otros, sin embargo, no son capaces de formular ningún pensamiento llegados a este punto.

Siempre que me viene un deportista que ha sufrido un evento de este estilo, antes de hablar sobre pensamientos, lo primero en lo que me centro es que aprenda a RESPIRAR.

Porque, debido a mi experiencia profesional, opino que si en medio de una competición te estás viendo superado (y no tiene porque ser por tu rival), bombardearte con mensajes como “¡¡RELÁJATE!!” “¡¡TRANQUILIZATE QUE VAMOS A PERDER!!”, “¡¡PERO SI LO HAS ENTRENADO MIL VECES!!”, etc… en ese justo momento, en el que tu cuerpo se encuentra en un estado de alerta infinito, puede que no sea muy efectivo, incluso, contraproducente.

Por tanto, cuando creas que te está ocurriendo esto, o simplemente que tengas un flashback de ocasiones donde te ha ocurrido, trata de RESPIRAR. Coge el aire que puedas por nariz y saca aún más por la boca, relájate, baja esa activación, y ahora es muy posible que los mensajes que tratabas de decirte los escuches mejor.

Si no quieres que te vuelva ocurrir… ¡ponte en contacto con nosotros!